Kingwashing del régimen #ElCierre

Inviolabilidad, impunidad, indignidad. Este cierre, algo me dice, va a ser muy corto porque hay días en que hay poco que decir, pero mucho por lo que indignarse. Que el Rey Emérito inicie el curso político con una nueva noticia que merece reproche es ya una suerte de normalidad perversa. El Rey Emérito que suele burlarse de los españoles y españolas al acudir regularmente a las regatas en SanXenxo y subirse a nada menos que “El bribón”, no ha dado muestras de ser un personaje ni mucho menos ejemplar ni elegante.

En este programa hemos hablado de acoso ultraderechista a una jueza, de los bulos de Alvise y Vito Quiles, de la impunidad de la que gozan estos sujetos que esparcen tantas mentiras como odio, pero también de la que gozan algunos corruptos cuando tienen corona. Todos estos temas, por cierto, están perfectamente vinculados. Atados, que diría aquel Francisco Franco que lamentablemente sigue vivo en las estructuras del poder de este estado. Como bien apuntaba Sara Plaza, el “no pasarán” es necesario, porque lamentablemente pasaron y de hecho, en muchos casos, se quedaron en esas estructuras de poder que garantizan,por ejemplo, un sistema judicial que cierra los ojos para sancionar a algunos y los abre mucho para reprimir a otros.

Porque que Juan Carlos I pueda robar sin que nadie se lo impida, contraste ferozmente con que chavales como los 6 de Zaragoza no puedan ni manifestarse, ¿verdad?

Juan Carlos I y la corrupción son dos caras de una misma moneda, pero no es Juan Carlos I, es Casa Real. Porque esta institución está erigida sobre un pilar clave que es en sí mismo corrupto. Si hay una institución que no es fiscalizada, entonces la corrupción es de origen. Del mismo modo, si hay un sujeto que es inviolable ante la ley y cuya inviolabilidad está garantizada en la interpretación que se hace de la constitución, su impunidad está garantizada, pero también su desfachatez. Si quienes interpretan la Constitución de tu país te garantizan que puedas hacer lo que te venga en gana sin tener que responder ante nadie, ¿por qué no vas a reirte en la cara de todos nosotros? Y luego nos dicen que los jueces no hacen política, que el Congreso es una herramienta democrática cuando el bloqueo bipartidista para blindar a la monarquía es una seña de identidad de dichos partidos o que la justicia es igual para todos cuando un personaje como Juan Carlos I puede no sólo robar, sino volver a España sin que nadie se lo reclame siquiera.

Casa Real y Corona tienen algo en común, que se escriben con C de Corrupción. Pero esa corrupción está garantizada por un régimen donde el espíritu de Franco está muy vivo y sigue garantizando ese pacto de impunidad para que algunos nunca tengan que rendir cuentas por sus actos. Pero no es Juan Carlos , y no es sólo Felipe VI, o Leonor, la supuesta cara feminista de una institución patriarcal. No queremos capitalismo de mujeres, pero tampoco disfraz feminista para falsas democracias. Y por eso da igual cuántas veces digan que renuncian a su herencia, la única herencia que importa, la más importante y a la que deberían renunciar es a la corona, es decir, a lo que son. No es sólo que sean ladrones comprobados y que gocen de impunidad y escenifiquen desfachatez y desvergüenza, es que son también ladrones del derecho a elegir a nuestros representantes, a fiscalizarlos, a censurarlos si corresponde, a interpelarlos, etcétera. Es decir, los borbones roban sí, pero nos roban también la democracia día sí y día también, con el apoyo del poder mediático súbdito que les ampara, de los jueces vasallos que les sostienen, de los partidos políticos irresponsables que les blindan, etcétera. Frente a ese régimen, resistencia republicana. Si eres demócrata, es imposible no defender una república donde todos, para comenzar, seamos iguales ante la ley. ¿no hemos tenido ya suficiente borbonería? ¿y bribonería? Expropiando el talento de Javier Lezaola, nuestro rotulista: ya estuvo bien de KINGWASHING del régimen.  Hasta mañana.

Puedes ver el cierre en El Tablero por Canal Red aquí: