Mónica García

La ministra de Sanidad califica de “crispación” un ataque neonazi contra su coche

Mónica García ha denunciado a través de X que su coche amaneció cubierto de pegatinas de propaganda nazi, con la luna destrozada y lleno huevos

“Mi coche ha aparecido vandalizado y con pegatinas nazis. Sigo defendiendo la buena política aunque nos intenten amedrentar y amenazar para que no la ejerzamos. Que se enteren quienes alientan la crispación y quienes la perpetran”, ha denunciado esta misma mañana la ministra de Sanidad, Mónica García. 

La ex candidata de Más Madrid a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha utilizado en la misma frase los términos “crispación”, “amedrentar” y “amenazar”. Quizás la ministra, en un primer momento, quiso ser contundente contra el ataque recibido por parte de individuos que buscan hacerla desaparecer, pero de repente, en su última frase, recordó que gobierna con el PSOE, el centro izquierda.

El centro tiende a utilizar como estrategia política el no alzar la voz, excusándose en la “crispación” y la “polarización” cuando existe un riesgo real de amenaza. Cuanto menos ruido, mejor, porque para el centro, señalar o denunciar es de extremos, y “los extremos se tocan”.

Especialistas en comunicación política consultados por Canal Red consideran que calificar de “crispación”, “polarización” o “ruido” a la operativa política de quienes intentan, literalmente, eliminarte del mapa es un grave error, ya que rebaja el nivel de riesgo. Llamarlo “ruido” no quita el hecho de que hayan vandalizado el coche en el que llevas a tus hijos al colegio. Ya vimos lo que sucedió con Pablo Iglesias e Irene Montero. Hoy es tu coche, mañana es enfrente de tu casa con banderas de España, insultándote e increpando a tus hijos.

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