Equilibrio entre continuidad y perfiles propios en el gabinete legal de Sheinbaum

La semana pasada se completaron los nombramientos del gabinete legal que acompañará en el gobierno a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Los futuros funcionarios y funcionarias escogidos por la presidenta electa confirman la tendencia de los primeros nombramientos: la mitad dan continuidad al gobierno de López Obrador, mientras que la otra parte son personas que han trabajado directamente con Sheinbaum. Y hay nombramientos sumamente importantes.

El primero es el de Rosa Icela Rodríguez, periodista de formación, actual secretaria de Seguridad y una de las funcionarias más leales a AMLO, quien fungirá como secretaria de Gobernación en el próximo sexenio. Aunque a este ministerio del interior se le despojó de varias funciones durante el gobierno de López Obrador, aún tiene bajo su mando tareas como la relación con los otros dos poderes y con los gobiernos estatales, así como la coordinación del gabinete y las políticas de derechos humanos y migración. También deberá atender, entre otros, el caso Ayotzinapa, en el que el presidente acaba de exculpar al ejército achacando los fuertes indicios de su participación a una conjura.

En la secretaría de Seguridad Pública se ha colocado a Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad de la capital y uno de los funcionarios favoritos de la futura presidenta, que incluso fue considerado para ser candidato al ejecutivo de la Ciudad de México. Aunque la Guardia Nacional está bajo su mando, muy probablemente este cuerpo militarizado quede adscrito directamente a la Secretaría de la Defensa Nacional, dejándolo con poca capacidad operativa. Aun así, al “superpolicía” le quedará la tarea de delinear y coordinar la política de seguridad y relacionarse en este rubro con los gobernadores y las poderosas secretarías de Defensa y Marina. Rechazado por una buena parte de la militancia de izquierda de Morena, Harfuch viene de una destacada familia priista involucrada directamente con la contrainsurgencia y ha sido señalado por sus vínculos con funcionarios panistas corruptos y con el caso Ayotzinapa.

Ariadna Montiel, actual secretaria de Bienestar, se mantendrá es ese cargo en el próximo gobierno. Proveniente del activismo estudiantil, será la encargada de seguir coordinando todos los programas sociales del gobierno federal, uno de los puntos que le ha redituado mayores simpatías al obradorismo y que implica una fuerte inversión económica para transferencia directa a las personas empobrecidas. A los actuales programas sociales se sumarán dos que ya ha anunciado Sheinbaum: becas universales y apoyo monetario a mujeres de 60 a 64 años.

El nombramiento de Mario Delgado, el actual líder del partido Morena, al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), es uno de los que más sorpresa y rechazo ha suscitado entre sindicalistas democráticos y especialistas desde la izquierda. La combativa Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) recordó que Delgado fue el encargado de presentar la “criminal” reforma educativa neoliberal impuesta en el gobierno de Enrique Peña Nieto y lo señalaron de haber fungido como “vocero” del empresario ultraderechista Claudio X. González, principal enemigo del magisterio democrático. La reforma peñista, insisten los maestros democráticos, no ha sido desmantelada en aspectos sumamente lesivos a pesar de que el propio Delgado lo prometió al inicio del sexenio.

Sin duda, el tema laboral es uno de los que se percibe mayor avance durante la administración de López Obrador al elevarse el salario mínimo y emprenderse la reforma laboral que abrió una ventana a la democratización sindical -aún pendiente. Al frente de este ministerio continuará Marath Bolaños, un ministro joven que asumió la cartera en junio de 2023, al irse la titular (Luisa Alcalde) a la secretaría de Gobernación. Seguirá enfrentando el reto de la alta tasa de informalidad en el trabajo y la urgente necesidad de mayores inspectores para la Secretaría; a esto se sumarán dos temas candentes pero definitorios: la reducción de la jornada laboral y la reforma a las pensiones.

Como parte de los perfiles nuevos en el ámbito federal estará Josefina Rodríguez Zamora, quien fungirá como secretaria de Turismo. Quien será la ministra más joven, con 35 años cumplidos, es actualmente la secretaria de Turismo del estado de Tlaxcala, y el reto encomendado es impulsar un desarrollo regional, sostenible, sustentable e inclusivo a partir de tan riesgosa industria.

Como titular de Cultura, la presidenta electa nombró a Claudia Curiel de Icaza, quien ha sido la secretaria de ese rubro en la capital del país desde 2022. Curiel de Icaza ya había trabajado en temas de difusión cultural en la Universidad Nacional Autónoma de México, y en su gestión actual se impulsaron las Fábricas de Artes y Oficios (FAROS), además de la realización de conciertos masivos. Sin duda, entre sus retos están la descentralización del escaso presupuesto cultural, el restablecimiento de becas y la protección a las y los artistas independientes.

Lázaro Cárdenas Batel será jefe de la Oficina de Presidencia de Claudia Sheinbaum. Su papel será el de ojos, oídos y mano izquierda de la presidenta, a quien profesa gran admiración públicamente. Es nieto del legendario presidente Lázaro Cárdenas del Río, que nacionalizó la industria petrolera y recibió a centenares de refugiados republicanos. Su padre es el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien fue tres veces candidato presidencial y el primer jefe de gobierno electo de la capital del país -y a quien AMLO ha nombrado su “adversario”. Gobernador de Michoacán de 2002 a 2008 y legislador federal en dos ocasiones, trabajó con López Obrador como coordinador de asesores de 2018 a 2023.

Dos de los nombramientos más esperados, los de las poderosas secretarías de Defensa y Marina, fueron aplazados para finales de septiembre, a unos días de que Sheinbaum asuma formalmente el poder. Por ello, aún queda mucha expectativa, aunque nadie se atreve a apostar por algún cambio significativo en el intensificado poder de los militares y en su relación con la Presidencia.