EEUU

Los 12.000 presos abandonados a su suerte en el huracán Milton

En medio de la zona de máxima prioridad de evacuación del huracán de nivel 5, tres cárceles de Florida se negaron a evacuar a sus presos

Huracán Milton Tiffany Tompkins / Zuma Press / ContactoPhoto
Tiffany Tompkins / Zuma Press / ContactoPhoto

Ante el paso por tierra del huracán Milton por el estado de Florida, más de 2 millones de habitantes evacuaron sus casas tras los avisos de las autoridades estatales. Sin embargo, no todos los ciudadanos tuvieron la oportunidad de ser evacuados a una zona segura, incluso en las zonas de mayor peligro.

La prisión de Manatee County, en el sudeste de la bahía de Tampa, anunció dos días antes de la llegada del huracán que no evacuaría a sus 1.200 presos. La prisión se encontraba en la zona A de máxima prioridad de evacuación, donde se esperaban inundaciones de más de 3 metros de altura. El director de seguridad pública del condado de Manatee anunció en una rueda de prensa: “No nos tomamos a la ligera las órdenes de evacuación. Se ha anticipado que Milton levante más aguas que el huracán Helene, por lo que, si os quedasteis durante Helene y tuvisteis suerte, no me arriesgaría con este sistema en particular.”

39 instalaciones penitenciarias a lo largo del estado de Florida han evacuado a sus convictos, alejándonos de la zona de mayor impacto del huracán hacia edificios más seguros. Sin embargo, centros penitenciarios como el mencionado, junto con los de los condados de Sarasota, Hernando, Pasco, Charlotte and Lee, anunciaron que no evacuarían a sus miles de presos, comunicando que utilizarían estrategias como sacos de arena o “trasladar a los presos al piso más alto de la instalación” en el caso de una inundación.

No es la primera vez que las administraciones penitenciarias ignoran la evacuación de presos en desastres naturales, incluso cuando esto pone en riesgo su vida. Durante el huracán Katrina, en 2005, cientos de presos de la cárcel local de Nueva Orleans fueron abandonados en sus celdas durante cuatro días, sin comida ni agua en medio de las inundaciones. Con la actuación de estos centros de Florida, los familiares de presos muestran su indignación y su preocupación por la seguridad de sus seres queridos.

Julie Reimer, una residente de Florida con familiares en varios de estos centros, criticó ante los medios de comunicación locales: “Dicen que los edificios están construidos para aguantar una tormenta como esta. Parece que piensan que este huracán no es un tema serio”. Añadió, además, “Cuando mi hijo fue sentenciado, no le sentenciaron a una pena de muerte”. Cuando se les priva de sus libertades fundamentales, los presos acaban a la merced de la actuación del Estado, cuando no de las empresas privadas que se lucran de la institución penitenciaria.

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