Elecciones en EEUU

Donald Trump y el bulo de los migrantes que comen mascotas

Donald Trump ha perdido el debate presidencial, dejando a su paso un grosero bulo sobre los migrantes

ABC / Zuma Press / ContactoPhoto
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Donald Trump ha protagonizado en la madrugada del martes al miércoles uno de los momentos más delirantes de su particular campaña para llegar a la Casa Blanca: “Lo que le han hecho a nuestro país al permitir que millones y millones de personas vengan a nuestro país… vean lo que está sucediendo en las ciudades de todo Estados Unidos; muchas ciudades no quieren hablar de eso porque les da mucha vergüenza”. Hasta aquí, nada especialmente descabellado, solamente el ex presidente esparciendo su discurso xenófobo.

No obstante, a posteriori añadió: “En Springfield se están comiendo a los perros. Aquellas personas que entraron [los migrantes] se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de las personas que viven allí. Esto es lo que está sucediendo en nuestro país y es una pena”. De esta forma tan cruda, el candidato republicano y su equipo de campaña han decidido dar altavoz a uno de los más bestiales bulos que se habían creado sobre los migrantes en Estados Unidos durante la administración demócrata de Joe Biden.

Unos instantes más tarde, y luego de que la candidata demócrata Kamala Harris mostrase con su gesto su rechazo al bulo planteado por Trump, uno de los moderadores ha intervenido para aclarar lo siguiente: “ABC News se ha comunicado con el administrador de la ciudad allí [en Springfield]. Él nos ha dicho que no ha habido informes creíbles de denuncias específicas sobre mascotas que hayan sido dañadas, lesionadas o abusadas por individuos dentro de la comunidad de inmigrantes”. Trump, incómodo, ha apuntado que lo vio “en la televisión”.

Por qué ahora

Concretamente, Donald Trump estaba haciendo referencia a los migrantes de origen haitiano, uno de los sectores más golpeados de entre todas las comunidades que habitan en Estados Unidos. El propio Ted Cruz, senador tejano y una de las principales figuras del Partido Republicano, había compartido en su cuenta de X una imagen horas antes del debate en la que dos gatos decían “Por favor, vota a Trump para que los inmigrantes haitianos no nos coman”.

Más de veinte millones de usuarios pudieron ver este posteo, eminentemente estigmatizante y construido sobre la base de fake news. El discurso deshumanizante ha pesado con mucha fuerza durante años sobre la comunidad haitiana, inicialmente como consecuencia de leyendas diseñadas y difundidas por sectores racistas y de la derecha radical en República Dominicana. La extensión de la migración haitiana a otros países en América no solo ha traído consigo buena parte de la violencia física, política y económica que ya venía sufriendo esta comunidad en el país vecino, sino también los discursos racistas contra ellos, de entre los que se destaca aquel según el cual practican canibalismo y comen animales domésticos.

Que Trump utilice un debate de campaña para poner el foco sobre un núcleo poblacional específicamente vulnerable no es una novedad. De hecho, es una práctica que ha empleado con muchos antes de hacerlo con los haitianos: venezolanos, mexicanos, chinos, congoleños… Lo que quizá es una novedad (y parecía complicado) es lo grosero de la mentira y el contexto en el que la ha difundido, a punto tal que los moderadores se han visto empujados a desmentirlo en pleno debate y en directo.

Las encuestas que proliferan a poco más de cincuenta días para los comicios no son tan halagüeñas para los republicanos como lo eran hace apenas dos meses

Como sea, lo que parece evidente es que Trump siente la urgencia de la campaña electoral sobre sus hombros. Lejos queda aquel primer debate contra Joe Biden en el que todo indicaba que las semanas previas a las elecciones se le iban a hacer muy largas a los demócratas. La decisión del Partido Demócrata de forzar al presidente a abandonar la carrera por la reelección y permitir que fuese Harris quien compitiese contra Trump no solo alteró las dinámicas de la propia campaña, sino que dejó en fuera de juego al trumpismo.

Las encuestas que proliferan a poco más de cincuenta días para los comicios no son tan halagüeñas para los republicanos como lo eran hace apenas dos meses. Harris no solo ha recuperado el terreno que Biden había perdido a lo largo de 2024, sino que ha mejorado las expectativas de los Dems, en particular en los swing states que van a decidir la próxima presidencia del país. Cuando Biden todavía se proyectaba como presidenciable, Trump le aventajaba en todos los estados clave y en todos los sondeos; hoy, esa tendencia se ha revertido.

A la luz de las más recientes, Harris parece estar por delante con cierto margen en Wisconsin y Michigan. No obstante, esta tendencia no debe interpretarse como definitiva. La “remontada” desde la entrada de Kamala Harris en escena se ha producido sobre la base de lo que parecía una derrota segura, por lo que, incluso siendo notable en términos absolutos, solo ha logrado equilibrar la contienda. Trump todavía tiene opciones de regresar a la Casa Blanca, especialmente porque Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania continúan en empate técnico, algo que también ocurre con las menos importantes Nevada y Nebraska.

Es por ello que el primero de los debates ha preocupado tanto a la “mesa chica” de Trump. Harris ha sido mejor, logrando acorralar al republicano y exponiéndole ante su propio discurso, algo que suma en favor de los demócratas, pero que está lejos de ser definitivo, pues los debates presidenciales en Estados Unidos pueden consolidar tendencias, pero difícilmente determinan por completo el desempeño de los comicios.