Colaboradores de un genocidio: Los medios de comunicación que apoyan a Israel

“Ahí no hay inocentes” afirmaba un soldado israelí de origen latino en una entrevista con RTVE, publicada en febrero de este año. El ente público decidió darle voz a un genocida. A un participante de lo que los medios todavía siguen llamando “conflicto armado”, y no por lo que es, un genocidio. La periodista preguntó al soldado: “¿Y cómo va a terminar esto?” y este respondió: “Ojalá con una derrota aplastante. Que nadie quede ahí”. Las intenciones de los seguidores de Netanyahu son claras. Los propios militares lo admiten, no quieren que nadie quede ahí.

La televisión pública no solo da voz a los agresores, si no que censura a aquellos que denuncian el apartheid. Inés Hernand, presentadora del Benidorm Fest, sufrió represalias de la cadena por declararse propalestina y señalar la participación de Israel en Eurovisión.

Si incluso el Estado de Israel y su ejército es capaz de admitir sus pretensiones, el borrado del pueblo palestino y todo aquel que lo apoye, ¿por qué los medios se afanan en blanquearlos?

Antena Tres Noticias publicaba un artículo en su página web con el siguiente titular: “Mapa: Así fue la incursión terrestre de Israel en el sur del Líbano”. “Incursión terrestre” es el termino utilizado por el medio. Una descripción que no hace referencia a la realidad, la invasión por parte de Israel a un país extranjero como es el Líbano. La RAE define incursión como “Penetración de corta duración en territorio enemigo, llevada a cabo por fuerzas armadas con intención hostil”. Es decir, una operación militar quizás no refleja cómo un Estado, en su totalidad, ocupa militarmente una región que considera enemiga. Cuando Rusia atacó Ucrania, los medios occidentales hablaban de “invasión”, mientras que los rusos utilizaban “operación militar especial”. Ahora, las tornas se han cambiado y es Occidente quien se niega a utilizar el lenguaje preciso.

Unos medios blanquean, otros directamente apoyan sin pestañear a Netanyahu.

The Objective, diario que se hacía eco del bulo difundido por The New York Times que acusaba a este mismo periódico (Canal Red) de ser proputinista, publicaba en octubre de 2023 un artículo halagando al Estado invasor. “Israel ha sido el faro que iluminaba la puerta de salida a un futuro mejor, y no solo para los judíos” titula el periodista Miguel Ors Villarejo. El autor deja claro en el subtítulo que los gazatíes y los cisjordanos no son victimas de la nación ocupante, sino de la “incompetencia de sus líderes”. Villarejo afirma que los únicos ciudadanos árabes que disfrutan de una democracia son los que viven en Israel, y sin este Estado estarían condenados a convertirse en teocracias como Irán o Afganistán. “Incluso aunque hoy cesara la presunta opresión del pequeño Satán, ¿qué futuro les aguardaría? No hace falta un gran esfuerzo de imaginación. Hay todo un catálogo de teocracias islamistas que sirven de inspiración a Hamás”. El colaborador del periódico cierra el artículo citando esta frase del autor O´Rourke: “Simplemente dan asco”.