El Cierre

La ultraderecha del Partido Popular #ElCierre

Vamos a hablar de problemas. El problema que es usted, pero también el problema que ahora tiene por haber decidido ponernos a los migrantes en la diana de sus ataques

laura-arroyo-cierre-5-julio

Demonizar a los migrantes, a los refugiados, a quienes piden asilo, a quienes escapan en busca de vida en otros territorios, se ha vuelto la estrategia habitual, no de las extremas derechas, sino de las derechas en general. La evidencia de la victoria de la ultraderecha está en la hegemonía que hacen de su discurso fascista en el espectro de la derecha. La victoria de la extrema derecha está en la canibalización que ha hecho del espectro conservador en la política que ha decidido ceder para defender lo que les importa, un modelo. Ese modelo neoliberal que para sobrevivir necesita bestializarse. Queridos amigos y amigas, estamos viviendo esa nueva fase del capitalismo. Ya no es sólo el neoliberalismo su fase contemporánea, ahora lo es su bestialización. Hace falta bestializar las formas, los discursos, las políticas y los liderazgos para mantener un modelo que a todas luces es incompatible con las vidas. Ya no nos prometen, falsamente aunque sea, un horizonte de felicidad, sino uno de “supervivencia”. Pero esa supervivencia no es para todos y para todas. Para que algunos puedan sobrevivir otros han de morir. Esa es la bestialización del neoliberalismo. Del “sálvese quien pueda” a “encárgate de poder”, es decir, criminaliza al otro, al vulnerable, quítale derechos, amedréntalo, acósalo, insúltalo. Hazte cargo de que tú puedas sobrevivir. Es decir, elimina al otro. Ya sea silenciándonos desde el disciplinamiento político y social como los fascistas que agreden en las calles a la gente sólo por ser y pensar, ya sea ahogándonos al criminalizar sus acciones de resistencia como hace la nefasta Ley mordaza, ya sea amedrentándonos al ponernos en la diana de problemas estructurales que no creamos nosotros, como Desokupa encargándose de violentar a los vulnerables con el amparo de jueces y del poder mediático cloaquero de este país. La bestialización del neoliberalismo en todo su esplendor está aquí. No está en argentina con Milei, que también. No está en Estados unidos con Trump, que también. No está en Italia con Meloni gobernando, que también. No está en Francia con Le Pen a la cabeza de las encuestas electorales, que también. Está aquí. En Desokupa, en Susana Griso, en Miguel Frontera, en Pablo Motos, en Ana Rosa Quintana, en Alvise, en VOX, y sin duda está —y hace mucho— en el Partido Popular.

Aún recuerdo cuando desde la progresía mediática nos decían que Alberto Núñez Feijóo era el ala moderada del PP. Era el líder que la derecha española necesitaba para volver al redil democrático. Feijóo era un hombre de estado, nos dijeron. Lo mismo que dijeron de Albert Rivera, que luego se integró al trío de Colón junto con Abascal porque la derecha tiene muy claro a quién se debe. No se debe a la gente, ni a sus derechos, se debe a los buitres, a la patronal, al poder económico, a los banqueros y, por tanto, tiene claro su bando. Si hace falta bestializarse, no lo dudan ni un segundo. La bestialización del neoliberalismo no es Ayuso únicamente. Ella es una de sus expresiones. La bestialización total de las derechas está en Feijóo que vincula una inseguridad que siempre ha existido y sobre todo en contextos de desesperación social y económica, con la migración. La bestialización de las derechas está en Miguel Tellado, ese portavoz fascista del PP que ha pedido que la Armada se encargue de que no lleguen migrantes. Esos mismos migrantes que arriesgan su vida y muchas veces no llegan a las costas europeas porque se suman a la larga lista de muertos en la fosa común que algunos llaman Mar Mediterráneo. La bestialización de las derechas está en que un gobierno del PSOE mantenga a Fernando Grande Marlaska en su Ministerio del Interior luego de la masacre de Melilla y que, para colmo, se jacta de haber impulsado y logrado la firma de un pacto migratorio infame que pone a las vidas de los migrantes un precio. Costamos 20 mil euros. Sistema bestializado. Derechas bestializadas. Progresía cobarde y, por lo mismo, útil a la bestialización que también les va a comer.

Hay muchos problemas en España. Muchísimos, pero el señor Feijóo ni los conoce ni le tocan de cerca, y por eso usa discursos inútiles a la vez que fascistas. Que no tengamos como pagar un alquiler no tiene nada que ver con los migrantes, señor Feijóo. Tiene que ver con el modelo inmobiliario y turístico que tanto usted como su nuevo socio, Pedro Sánchez —no nos olvidemos de la gran coalición— defienden y mantienen. Que no tengamos cómo llegar a fin de mes no tiene nada que ver con los migrantes, señor Feijóo. Tiene que ver, por ejemplo, con que usted le permita a sus colegas especuladores seguir haciéndolo con productos de primera necesidad como el aceite de oliva o que se oponga sostenidamente a topar los precios de la cesta de la compra. Algo que, por cierto, también comparte con su nuevo socio —nuevamente, la gran coalición—, Pedro Sánchez. Que nos indignemos porque hay listas de espera enormes en la sanidad pública y sintamos la impotencia de ese desamparo no tiene nada que ver con los migrantes, señor Feijóo. Tiene que ver con sus políticas de desmantelamiento de la sanidad pública en Madrid, en Valencia o en Andalucía. Tiene antes que ver con usted y el partido que lidera que con nosotras que no hemos hecho absolutamente nada. Por el contrario, nosotras todos los días le damos más impuestos que podrían destinar a mejorar la sanidad para todos y todas, pero ustedes prefieren que sea la corrupción la que entre en la sanidad para sacar mordidas a la par que destrozan el sistema para luego suplirlo con clínicas y consultorios privados que sus amigos dirigen. Son ustedes, la derecha antipaís, —porque este país son sus gentes y no su minoría privilegiada— quienes son el problema. La migración no es un problema, es una realidad natural. Y lo que ustedes quieren es quebrar la posibilidad de alianzas de clase y de raza que les digamos la verdad: Son ustedes los enemigos de España.

La Armada no tiene nada que hacer en las fronteras. Deberían los cuerpos y fuerzas de seguridad estar más atento a lo que hacen ustedes en Génova 13. Ahí donde destrozaron a martillazos pruebas. ¿Quiere que hablemos de problemas? Vamos a hablar de problemas. El problema que es usted, pero también el problema que ahora tiene por haber decidido ponernos a los migrantes en la diana de sus ataques.

Hermanos y hermanas migrantes, y aliados y aliadas españoles, las derechas bestializadas, que son de facto ultraderechas ya todas en ese espectro, y la progresía cobarde que también ha cedido a ese discurso ultra, han decidido que nos van a romper para garantizar que ellos puedan quedarse con todo nuevamente. Su gran coalición empezó con la justicia, pero no se va a detener porque cuando avanza un paso se envalentona. Al fiel estilo fascista. Ahora va a por nuestros derechos. Lo está haciendo absolviendo a nazis como Frontera o absolviendo a odiadores y acosadores lgtbifóbicos como hemos visto hace tan sólo unas horas. Lo está haciendo al infiltrarse en nuestros movimientos sociales que son la expresión de resistencia de clase que necesitamos. Lo está haciendo al condenar a quienes defendemos derechos pero amparar con impunidad a quienes los cercenan. Frente a su bestialización necesitamos una alianza radical de verdadera izquierda.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

Ayer, una hermana peruana me recordaba que todos los pueblos tienen sus propias formas de resistencia. Nos toca construir una forma de resistencia con caligrafía propia, con tinta indeleble, con ferocidad, ruido, terquedad e interseccionalidad. Están yendo a por nosotras y no basta con decirles que no. Hay que devolverles la afrenta. Nuestras vidas dependen de ello. A ver si con una huelga migrante Feijóo es capaz de volver a decir que los migrantes somos un problema. El problema es usted. Nosotras no nos vamos a ningún lado. Acostúmbrese.


Puedes ver el cierre de hoy en El Tablero por Canal Red aquí: