Guía de las mejores películas sobre magnicidios

Con el reciente atentado contra Donald Trump todavía presente, recordamos grandes títulos sobre consumados o frustrados magnicidios y también en qué plataformas verlos

Desde que el pionero D. W. Griffith rodara el asesinato de Abraham Lincoln para su ambiciosa producción El nacimiento de una nación, hace 109 años, el cine se ha interesado por los magnicidios a todo tipo de mandatarios y son centenares las películas que los han tratado. Títulos como Z, En la línea de fuego, Bobby, Valkiria, Parkland, Operación Anthropoid o Jackie son solo algunos ejemplos, pero esta es nuestra selección de las mejores:

JFK: Caso abierto: es inevitable empezar con la mejor película de Oliver Stone y que defiende que el impactante asesinato de John. F. Kennedy fue un a consecuencia de un fuego cruzado y no por una “bala mágica”, como defendió la absurda tesis oficial.
JFK: Caso abierto, que podéis ver en Disney +, es una de las mejores películas de los noventa, el trabajo de Stone fue titánico y el resultado admirable. Para lograrlo consiguió el respaldo de Warner Bros. y el mejor reparto de 1991 (Kevin Costner, la estrella del momento, junto a Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Jose Pesci, Kevin Bacon, Donald Sutherland, Sissy Spacek, Jack Lemmon, John Candy… inigualable).

30 años después, Stone estrenó el documental JFK: Caso revisado (en Appel TV). Su gran protagonista es Allen Dulles, obsesionado con las operaciones encubiertas y uno de los padres de las fake news e instigador de una red de bulos, una pura cloaca, a la que llamó operación Mockingbird, unidad secreta de control de los medios de comunicación. 25 agencias, entre ellas United Press y Reuters, y centenares de periodistas (de ABC, NBC, CBS, The New York Times, The Washington Post, Time o Newsweek) fueron empleados para difundir noticias amañadas de la CIA.

Acción ejecutiva: también sobre la conspiración para asesinar a JFK. El guion es de Dalton Trumbo, Donald Freed y Mark Mark Lane, investigador del asesinato y que cuestionó el informe de la Comisión Warren tras haber analizado las grabaciones y sus 26 volúmenes. Lane entrevistó a los testigos vivos, ya que muchos de ellos tuvieron trágicos “accidentes”. De hecho, el filme acaba recordando todas estas muertes.

Acción ejecutiva es una película despersonalizada, fría, seca e informativa, pero ahí radica su valor, porque casi todo lo que cuenta es real y te pone los pelos de punta.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

Y aquí no hay un héroe a lo Frank Capra como en la película de Stone. En Acción ejecutiva hay, sencillamente, gente tenebrosa haciendo muy bien su trabajo.

Curiosidad: Donald Sutherland, gran secundario en JFK, tuvo la idea para el filme. Iba a producirla y protagonizarla, pero no reunió el dinero suficiente. Finalmente entraron Burt Lancaster y Robert Ryan, defensores de los derechos civiles y productores con su propio dinero. No se la pierdan, está en Filmin.

El último testigo: como La conversación, de Francis Ford Coppola, su tema son las cloacas del Estado y forma parte de una trilogía de la conspiración de Alan J. Pakula junto a Klute y Todos los hombres del presidente. Un año más tarde, Sydney Pollack estrenaría Los tres días del Cóndor (escrita por Lorenzo Semple Jr., guionista de El último testigo) y se uniría a una vena conspiranoica que había desarrollado el estupendo y valiente cine americano de los setenta, afectado por la cadena de magnicidios de los sesenta (los hermanos Kennedy, Martin Luther King, Malcolm X…), la demencial escalada militar en Vietnam, la corrupta administración Nixon y el Watergate.

A destacar la música de Michael Small y la fotografía de Gordon Willis. En Filmin.

Taxi Driver: Martin Scorsese logró una obra maestra narrada por un alienado taxista en las calles de Nueva York y que acaba atentando contra un candidato presidencial.

El guionista Paul Schrader acababa de separarse, estaba solo y sin blanca, vagaba por la ciudad y se le ocurrió la idea de Taxi Driver, que escribió en diez febriles días. Cuando Scorsese leyó su guion, quedó impactado y dijo que tenía que rodar esa película. Lo mismo pensó Robert De Niro, formando con su entrada en el proyecto un trio legendario. Pero Scorsese tardó en levantar la película, tuvo que rodar lo suficiente para ello. De hecho, llegó a pensar en grabarla en vídeo y el blanco y negro, aunque no la viera nadie. Finalmente, los productores Michael y Julia Phillips confiaron en Scorsese, ganaron un dineral, la Palma de Oro en Cannes y cuatro nominaciones a los Oscar, entre ellos el de Mejor Película. Y lo más irónico de todo, y que revela la tremenda importancia de un director y un actor con talento e instinto, es que el diálogo más famoso de la película, “¿Me estás hablando a mí?”, no estaba escrito en aquel guion que lo empezó todo. Lo improvisaron. En Apple TV.

Impacto: Brian de Palma, su director, escribió el guion, algo disparatado, pero su idea es muy original. Visualmente es una verdadera maravilla y el protagonista guarda relación con el de La conversación, de Coppola. Los dos son expertos en sonido y en las dos películas, muy visuales, el sonido es fundamental. John Travolta, Nancy Allen, John Lithgow y Dennis Franz están estupendos. En Prime Video y Filmin.

Ciudadano Bob Roberts: es inevitable hablar de esta sátira política, aunque actualmente no esté disponible en plataformas. Debut en la dirección del conocido actor Tim Robbins, es un falso documental sobre la campaña electoral de un ultraderechista candidato al Senado, un cantautor folk racista y homófobo que finge ser víctima de un intento de asesinato para aumentar sus índices de popularidad.

La parte del atentado fingido fue compartida en redes sociales tras atentado contra Trump insinuando que el expresidente podría estar siguiendo la misma estrategia. A Tim Robbins no le gustó un pelo leerlo y escribió este mensaje en X: “Negar que el intento de asesinato ha sido real es digno de una mentalidad trastornada”.

La zona muerta: además de sátiras, también el cine fantástico ha tratado los magnicidios. Por ejemplo 22/11/63, novela de Stephen King que narra la historia de un viajero en el tiempo que intenta evitar el asesinato del presidente Kennedy.

King ya había tratado parecido tema en La zona muerta, adaptada por David Cronemberg con Christopher Walken como un hombre con poderes extrasensoriales que le hacen predecir el futuro. Un día le da mano al futuro presidente de Estados Unidos, descubre el peligro que corre el mudo con él y decide matarlo. En Apple TV.

Operación Ogro: el cine español (en este caso una coproducción entre España, Italia y Francia) también tiene sus magnicidios. Esta película de Gillo Pontecorvo, director especializado en cine político, es la historia del más espectacular de nuestros magnicidios, el atentado con coche bomba de ETA que mató a Carrero Blanco en diciembre de 1973. ETA pretendía secuestrar al almirante para intercambiarlo por presos políticos, pero fue nombrado Presidente del Gobierno y cambiaron sus los planes.
La película de Pontecorvo está en FlixOlé y en Movistar Plus+ y en esa misma plataforma podéis ver la serie documental Matar al presidente, de la que ya hablamos en Diario Red.